En todo el cinturón tropical, en los tres continentes que tienen territorio sobre la línea ecuatorial (Suramérica, África y Oceanía) hay montañas que sobrepasan altitudes que permiten la formación de bosques y cuyas cumbres están cubiertas por ecosistemas no boscosos pero muy biodiversos, social y económicamente importantes y paisajísticamente espectaculares. En los Andes y en Costa Rica, este paisaje se llama páramo. En los otros continentes su nombre es diferente según sus idiomas locales, pero tienen una muy llamativa similitud con el páramo andino. Todos están dominados por pajonales y un mosaico de humedales y turberas con una presencia de espectaculares formas de vida como el frailejón en los Andes y su primo africano, el Senecio gigante. Es un fenómeno muy fascinante observar cómo la naturaleza en áreas tan distintas en la evolución ha reaccionado de la misma manera a las condiciones climáticas extremas.
Estos ecosistemas están repletos de valores extremos. El páramo es el ecosistema natural de mayor altitud en el mundo, es el ecosistema con mayor irradiación solar del planeta, tiene una flora más rica que toda la flora de los ecosistemas de montaña en él mundo.