A menos de tratarse de una investigación sin sorpresas, por lo tanto enmarcada entre hipótesis formales que definen previamente lo que se pretende demostrar, toda investigación desorienta e intriga conforme se tornan pulposas las dimensiones de la realidad por descubrir. Más aún, en ciertos momentos, un encuentro, algunas frases, un dato, abren perspectivas temporales incalculables: determinaciones del presente que se pierden en la noche del pasado andino.
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