Blanca Muratorio en su archivo

Blanca Muratorio en su archivo

Por Nataly Maya, con base a documentos del equipo, 2024.

Blanca Muratorio fue una prolífica investigadora social y docente de la University of British Columbia (Vancouver), de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Quito). Su obra es fundamental para la comprensión de la indigenidad en la Amazonía y la Sierra ecuatorianas; así como para los estudios de la cultura popular, las prácticas religiosas locales y las dinámicas del arte popular y del espacio de Quito.          

La Colección Blanca Muratorio tiene el objetivo de entregar al público huellas de sus modos de conocer; hacer públicas sus propios archivos compuestos por documentos históricos, fotografías, registros de campo, manuscritos y más. La documentación que forma parte de este acervo sirvió a Blanca para escribir sus distintos libros, artículos y publicaciones, así como organizar proyectos de investigación y exhibiciones públicas en el Museo de la Ciudad de Quito y otros espacios culturales.

El archivo permanecía en la casa que Blanca Muratorio construyó para su retiro, en el barrio de Colastiné, en las afueras de Santa Fe, en Argentina. Los documentos se encontraban almacenados en varias cajas y fueron donados a FLACSO Ecuador, por sus familiares —Lucrecia Lizier y Mercedes Zerniotti—, gracias a las gestiones de Mercedes Prieto, PhD, profesora emérita del Departamento de Antropología, Historia y Humanidades y amiga personal de Blanca.          

La colección se compone por catorce fondos, organizados según el origen y según el carácter de los documentos allí albergados. Entre ellos, destaca el fondo Tena, que posee dieciocho sobres con fuentes históricas originales, provenientes del archivo de la Gobernación de Napo y otras instituciones, cuyos documentos fueron clasificados por la misma Blanca. Asimismo, los fondos Diarios de campo, Entrevistas y Fichas de investigación registran sus observaciones, transcripciones de entrevistas, conversaciones, canciones y similares realizadas durante sus estancias en Colta y en la Amazonía y su estrecha relación con sus intermediarios e informantes —Dolores Intriago, Francisca Andi, Juanita Andi, Rucuyaya—.

A la par de esta información, Blanca sumó la revisión de textos teóricos u otros estudios de casos, con autorías de Olivia Harris, Penelope Harvey, Kristi–Anne Stollen, en el campo de los estudios de género, entre otros temas.    

Además, la colección cuenta con el fondo Fotografías que posee 2 167 archivos, clasificados por temáticas en cincuenta subcarpetas, creadas anteriormente por Blanca. Las fotografías representan los intereses transversales de su obra, como religiosidad y cultura popular, prácticas alrededor de la muerte, Amazonía, ciudad, arte y artesanía, entre otros.    
Complementan estas fotografías, algunas imágenes de la propia vida de Blanca y su familia, de sus viviendas, y similares y un fondo Videos realizados en su mayoría por la propia Blanca.

En los fondos Manuscritos de ponencias, Manuscritos inéditos y Manuscritos publicados se encuentran borradores y versiones finales de su obra. Y, en el fondo Publicaciones, se ha compilado la mayor parte de sus artículos, capítulos y libros publicados. Estos cuatro fondos poseen obra tanto en inglés, como en español.          

La estabilización y curaduría de la Colección Blanca Muratorio se ha realizado a través de un trabajo colaborativo, liderado por Mercedes Prieto, en el que ha participado el equipo de FLACSO Andes, estudiantes, Nataly Maya y otros consultores externos. El equipo espera que este ejercicio permita promover una cultura del reconocimiento al valor de la obra de los intelectuales centrales para la academia ecuatoriana y latinoamericana. Así también, se desea promover la investigación sociológica, antropológica e histórica en temáticas como indigenidad, arte popular, religiosidad, pueblos y nacionalidades indígenas de la Sierra y la Amazonía, cuyas bases fueron escritas por Blanca.


 

Blanca Muratorio: derrumbando fronteras

Preparado por Mercedes Prieto, 2024.

Blanca Muratorio fue una de las pioneras de la antropología contemporánea de Ecuador. Sus prácticas académicas tuvieron un carácter global, localmente anclado. En los párrafos siguientes se describe su trayectoria de estudio e itinerarios de su trabajo de campo, que la revelan en continuos traspasos fronterizos.*

Efectivamente, sus estudios e investigaciones son muestras de continuas travesías y traspasos fronterizos. Cursó la primaria y secundaria en Santa Fe, Argentina en un colegio católico. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires para estudiar Sociología desde donde fue a la Universidad de Berkeley, California junto a su compañero, Ricardo Muratorio. Allí continuó cursando Sociología y se graduó con una disertación sobre los campesinos de Coroico, Bolivia hacia 1965: From peons to small holders: peasant society and political participation in a Bolivian community.** Este y sus siguientes investigaciones se inscribieron en los debates de la época sobre la acción política del campesinado; su capacidad táctica de movilización para el cambio social; las transformaciones en la estratificación social del campesinado, y el papel del estado y otros intermediarios culturales. Se ubicó así en un interés por la economía política bajo el enfoque abierto por Eric Wolf y Sidney Mintz, autores leídos durante su formación y seguidos en su vida profesional.*** Fue alumna de Erwin Goffman, de quien adquirió un interés por la microsociología; por la exploración a pequeña escala de los factores de clase, etnicidad y género relacionados a las estructuras sociales, políticas y económicas.          

Previo a su graduación, fue contratada por la Universidad de British Columbia en Vancouver (UBC) como profesora para el programa de Antropología y Sociología de esta universidad. El tema de la economía política del campesinado y de pequeños escenarios de sus acciones continuó siendo su atracción y con estos en la maleta se trasladó a trabajar a Colta, Chimborazo. Llegó a Ecuador a través de una invitación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), auspiciada por la Fundación Ford y de su participación en el grupo de trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) sobre articulación social, coordinado por Esther Hermitte y Leopoldo Bartolomé. En estas experiencias se refuerza su enfoque antropológico bajo la preocupación de que los pequeños grupos humanos, las comunidades, estaban articulados al conjunto social y a lo global a través de una serie de mediaciones y mediadores y a través de acciones políticas de los y las actantes.

En Chimborazo se enfocó en el protestantismo, en las relaciones entre religiosidad y protesta rural, y en las mediaciones estatales. Escribió un libro y varios artículos sobre estos temas con la colaboración del Taita Juan Remache un comunero de Colta con quien mantuvo contactos por algún tiempo y de Fernando García, estudiante de la PUCE. Eran tiempos conflictivos en las zonas rurales del Ecuador las cuales experimentaban procesos de reforma agraria, desplazamiento del catolicismo por el protestantismo, la terminación del contrato entre el estado ecuatoriano y el Instituto Lingüístico de Verano y la incorporación del voto analfabeto en las elecciones de autoridades políticas. En este momento también enseñó un curso sobre campesinado en la PUCE y, más tarde, lo reeditó en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) al tiempo que entrenaba a estudiantes de la UBC y de la PUCE en las prácticas del trabajo de campo.    

Decidió ir a trabajar en la Amazonía en una época en que existían pocos estudios sobre la indigenidad amazónica y en el momento en que sus colegas franceses, Philippe Descola y Anne Christine Taylor, hacían su investigación sobre los ashuar. Su interés inicial parece haber sido el de las organizaciones indígenas amazónicas y el continuar con sus inquietudes en torno a la religiosidad indígena (Diario de campo, Tena). Sin embargo, la resistencia cultural de los pueblos amazónicos dominó sus deseos etnográficos. En línea con las teorizaciones de James Scott (1987) buscó hacer una economía política de la resistencia cultural amazónica lo cual se tradujo en publicaciones sobre la historia de vida de Rucuyaya Alonso, una combinación de Historia y Antropología junto a la visualidad amazónica. Allí conoció a dos mujeres que serán claves para desarrollar una preocupación por los asuntos de género: su entrañable amiga Dolores Intriago**** y Francisca Andi. Su interés por la indigenidad se complementó con exploraciones de viajeros y sus representaciones visuales de los indígenas del país. De manera paralela a sus estudios en áreas andinas y amazónicas, manifestó un interés por las y los artistas populares de Quito, Cuenca y Cotopaxi, entre otros: las monjas reposteras, las cajoneras de Santo Domingo, los pintores de Tigua, las pinturas de niños prematuramente fallecidos alimentaron varias de sus publicaciones y colecciones, así como la curaduría de exhibiciones en el Museo de la Ciudad. Su colección de arte popular, acopiada junto a Ricardo Muratorio, reposa hoy en día en el Museo de la Universidad de Vancouver. Este manifiesto interés por la visualidad la condujo a enseñar, tempranamente, antropología de la representación y a proponer un área de antropología visual en FLACSO. Como maestra e investigadora, además de desplazarse por distintas geografías, acogió a alumnas de varias edades y de distintos orígenes nacionales que primero coincidieron en la UBC y después se encontraron en Ecuador como fueron Kim Clark, Laura Rival. Lo mismo pasó con alumnas y alumnos de sus cursos en la PUCE y en la FLACSO. Blanca se instalaba en sus lugares de estudio con relativa comodidad; el trabajo de campo parece no haberlo visto como una experiencia de sacrificio individual, sino como un proceso colaborativo y abierto a sus estudiantes y a la misma comunidad. Su vivienda siempre estaba accesible a los y las estudiantes y a sus colaboradores y colaboradoras. De manera que no solo ella traspasa fronteras geográficas, sino que impulsa a otras personas a llegar a Ecuador y a su lugar de estudio. En estos viajes Blanca atraviesa fronteras lingüísticas (español, inglés y quichua) y en sus prácticas académicas transgrede fronteras disciplinarias al situarse entre la entre Sociología y la Antropología, y más tarde, entre la Antropología, la Historia y la visualidad.           
 

Sin embargo, ella se reconoció como antropóloga y recuerda que trataba de vivir todos los años en tres mundos diferentes: canadiense–inglés, ecuatoriano–español y quichua de la floresta tropical, en todos los cuales se sentía “igualmente cómoda, aunque no igualmente competente” (Muratorio 2005, 133–134).

*Agradecemos a Lucrecia Lizier, Mercedes Zernotti, donantes de la colección a FLACSO, Margherita S. Larson, Liisa North, Kim Clark, Laura Rival, Fernando García, José Pereira, por permitirnos revisar sus vínculos académicos con Blanca Muratorio. Asimismo, agradecemos a Felipe Burbano de Lara y Marcelo Rodas por apoyar esta iniciativa y a Ximena Vallejo y Cristina Manosalvas por ayudar con el traslado de parte de la documentación desde Buenos Aires. Además, agradecemos a Pedro Silva por apoyar la digitalización y catalogación de este material, a Gabriela Ríos por la gestión en el repositorio; a Nataly Maya por la realización de la curaduría y a Diego Paladines, por su soporte a este proyecto.                          

**Para realizar su tesis doctoral se enroló como analista en el proyecto Study of Social and Political Organization and the Potential of Development in Six Contrasting Communities llevado adelante por el Cuerpo de Paz en Bolivia.

***Blanca fue invitada a escribir un capítulo en un libro de homenaje a Eric Wolf, y publicado en 1995.                          
“Amazonian Windows to the Past: Recovering Women´s Histories from the Ecuadorean Upper Amazon”. En Articulating the Hidden Histories. Exploring the Influence of Eric R. Wolf, editado por Jane Schneider y Rayna Rapp. Berkley: University of California Press.

****Dolores Intriago fue su colaboradora desde 1981. Blanca explica que [s]u condición de mujer considerada socialmente blanca, pero casada con Francisco Andi, un indígena Napo Quichua, le ha permitido a Dolores no sólo ser totalmente bilingüe (quichua–castellano), sino convertirse en la confidente e intermediaria ideal entre los dos mundos para muchas mujeres Napo Quichua. Su interés por los problemas sociales y su práctica política la llevaron a ser la primera mujer Gobernadora de la Provincia de Napo en la década de 1990 (Muratorio 2005,130, n1).

Referencia                
Muratorio, Blanca. 2005. “Historia de vida de una mujer amazónica: intersección de autobiografía, etnografía e historia”. Íconos 21: 129–143.

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