La diversidad de entornos naturales existentes en el planeta ha generado formas distintas en que los seres humanos se relacionan con la naturaleza; por tanto, sus prácticas y conocimientos locales deben ser reconocidos como matices que moldean, modifican y dan sentido a las propuestas de sostenibilidad.
El proceso de descentralización en el Ecuador es una alternativa que abre nuevas expectativas para generar cambios profundos en las formas tradicionales y c1ientelares que han promovido el centralismo estatal. Los gobiernos locales, son parte de esta innovación que integra a su gestión la participación social como un componente central. A través de estos espacios locales-territoriales, son mayores las posibilidades de que la sociedad civil demande sus requerimientos de vida, solicite procesos administrativos transparentes y genere propuestas colectivas con grupos afines.