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Plan de manejo del casco histórico de la ciudad de Buenos Aires

Por
Silvia Fajre (publicado en 2008-08-13 por jerazo )
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Documento:
Publicado y/o Presentado en:
Fajre, S. (2009). Plan de manejo del casco histórico de la ciudad de Buenos Aires. En J. Erazo. (coord.), Inter/secciones urbanas: origen y contexto en América Latina(pp.73-92). Quito: FLACSO - Sede Ecuador : Ministerio de Cultura del Ecuador.
Link:
http://www.flacsoandes.org/biblio/shared/biblio_view.php?bibid=111097&tab=opac
Resumen:
La preservación de los bienes culturales es un tema que cada vez está adquiriendo más relevancia, trascendiendo largamente el mero interés de los especialistas para instalarse por derecho propio en nuestra comunidad. Sin embargo, todavía debe recorrer un largo camino para que esta nueva conciencia se incorpore de manera efectiva. Resulta imprescindible revisar lo realizado hasta ahora para impulsar los cambios necesarios y que a esta tarea se sumen todos los actores sociales. El sentido de la palabra Patrimonio Cultural tiene muchos significados y matices, tantos como son los bienes culturales que hacen a nuestra identidad, los mismos hacen referencia a lo que la sociedad reconoce y carga de tal contenido. Por eso es impensable una calificación de carácter meramente técnica ya que el patrimonio no puede reconocerse y cuidarse sino es con y para su comunidad. La primera pregunta debería plantearse es: ¿Cuáles serían los beneficios de cuidar el patrimonio cultural? Podríamos responder que es una referencia obligada para saber quienes somos y de donde venimos. Allí aparecerán las razones que permitan encarar su recuperación, las claves para convertirlo en un instrumento socialmente útil y rentable (tal como lo señala la Carta de Veracruz). ¿Es posible una convivencia armónica del presente y el pasado, que entienda la preservación como parte activa del desarrollo? El objetivo de máxima debería ser un diálogo natural entre generaciones, un espacio donde el pasado pudiera ser leído, comprendido e incorporado vitalmente al presente, a través de la acción cotidiana de sus habitantes. Ahora bien, una comunidad sólo puede planificar el futuro si previamente se reconoce en sus raíces. Mirar, conocer y preservar el patrimonio cultural es el punto de partida para que aparezca un sentimiento de pertenencia de la gente con su lugar. La protección del patrimonio es una obligación indelegable del Estado, por lo que éste debe formular una política de manejo y conservación sustentable. Es decir, como una inversión a recuperar y que de su utilización, devendrá su propio mantenimiento.